Compulsionar me funciona

Cuando hablamos de compulsiones mentales nos referimos a aquellas no visibles. Es decir, pensar mucho sobre un tema, debatir con las propias ideas, usar claves mentales o frases repetitivas, rumia… Y se usan con el mismo fin que el resto de compulsiones: disminuir la ansiedad. 

De vez en cuando, podemos involucrarnos en compulsiones que traen un grado significativo de alivio.

Puede parecer que le hemos ganado al TOC en su propio juego, refutando el mito de que las compulsiones son inútiles.

¿Pero lo hemos hecho realmente? De hecho, al obtener una recompensa por nuestro comportamiento compulsivo, reforzamos la obsesión y es más probable que volvamos a adoptar tales comportamientos en el futuro.

Que sintamos que nuestras compulsiones pueden ser una estrategia ganadora es exactamente lo que quiere el TOC para que no demos el paso vital de renunciar a ellas.

¿Se pueden parar las compulsiones mentales? La clave es identificar la conducta cuando la vamos a emplear (o cuando la estamos usando) y detenernos. Es decir, exponernos, de modo que se dejen las ideas obsesivas libres en la mente y no ponerse a pensar más sobre ellas. Todas estas técnicas se aprenden mediante la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR).


Desde Más que TOC, queremos recordarte que el Trastorno Obsesivo Compulsivo tiene tratamiento y recurrir a terapia siempre será de gran ayuda. 

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Equipo Más que TOC – Consulta de Psicología en Sevilla y Online

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