Testimonios.
Desliza para verlos
Mi historia con el TOC comenzó hace 5 años en una época de cambios en mi vida que me afectaron negativamente. Empecé a encontrarme mal sin saber muy bien por qué ni qué me estaba ocurriendo, sentía mucha ansiedad, estaba constantemente con mareos, taquicardias, ataques de pánico…y pensaba que tenía una enfermedad grave.
Tras muchos exámenes médicos sin éxito, me decidí a buscar ayuda psicológica con una terapeuta no especializada en TOC y sí, algo mejoré, pero el problema seguía latente conmigo, a épocas mejor y a épocas peor, pero limitándome.
A raíz de la pandemia contraje el COVID y lo pasé bastante mal, ya que a pesar de ser una persona joven, me dio mucha sintomatología, por lo que mi TOC se puso fuera de control. Llegó el punto en el que lloraba a diario, tenía ataques de pánico y pensaba que me iba a morir. Este fue mi punto de inflexión, decidí que no podía continuar así y por consejo de mi pareja busqué ayuda de una persona especialista en este trastorno, que fue Fátima.
Mi experiencia con Fátima ha sido muy positiva. En menos de un año, gracias a sus pautas y explicaciones y al trabajo diario que hemos ido haciendo, puedo decir que ya no sufro de TOC y puedo llevar una vida completamente normal, sin que estos pensamientos me causen la ansiedad que me causaban ni interfieran en mis actividades diarias.
Por mi parte, siempre estaré agradecida a Fátima por ayudarme a recuperarme y en tan poco tiempo, partiendo de un punto en el que toqué fondo, por lo que recomiendo sus sesiones a cualquier persona que sufra de TOC. Espero que este testimonio os sirva para decidiros a buscar tratamiento, un abrazo a todos.
No sé muy bien como empezar esto pero... ahí va. Hace aproximadamente un año, noté en mi mente que algo no iba bien. Continuamente, venían a mi cabeza pensamientos e imágenes que no me hacían sentirme bien conmigo mismo.
Cada día me levantaba deprimido, asustado, con nervios y ansiedad, y sin ganas de vivir; lo pasaba fatal, dudaba hasta de quién era yo como persona, no sabía qué hacer. Hasta que un día, me dió por contarle a mi madre llorando lo que me pasaba, le conté mi situación y se puso rápidamente a documentarse sobre el tema, a buscar por internet.... hasta que dio con Beatriz.
Mi madre contactó con ella, le explicó lo que me ocurría y yo con serias dudas, comencé a hacer terapia con ella, en ese momento conocí la herramienta (mental) más útil que haya conocido en la vida, la EPR . Al principio la verdad que me costó, cuando realizaba las EPR lo pasaba fatal, sudores, temblores, ansiedad, pero luego sin darme cuenta poco a poco fui mejorando, con trabajo y esfuerzo todas esos síntomas fueron disminuyendo con el tiempo hasta que desaparecieron.
Ahora estoy más contento que nunca, tengo claro quien soy, lo que quiero y lo que busco, y que alegría sentir eso la verdad. Un consejo para todas aquellas personas que han pasado o esten pasando por lo mismo que yo, NO TE RINDAS, TRABAJA DURO, y conseguirás resultados.
Me gustaría contarles mi historia de forma breve con el fin de ayudar a todo aquel que esté viviendo una situación similar a la que me ocurrió a mi.
A finales de 2019 comencé a entrar en una dinámica obsesiva que no hacía más que crecer y crecer hasta el punto de condicionarme en todos los aspectos de mi vida. Esa obsesión estaba relacionada con mi pareja. No podía pensar en otra cosa que fuese mi obsesión. Todo el día pensando en eso hasta el punto de no poder dormir apenas unas 3 horas por la noche. Me despertaba y al segundo ya me venían preguntas y dudas a las que ya había dado respuestas una y otra vez. Era un bucle constante. No quería ni salir de casa. Todavía no lo sabía pero padecía un TOC relacional.
De repente, leyendo testimonios y casos similares al mío descubrí el tratamiento basado en la exposición con prevencion de respuesta. Asi que me decidí a ponerme en contacto con Fatima y probar esta nueva terapia.
Al principio no tuve mucha fe, lo he de reconocer, pero si es cierto que me mantuve muy constante en los ejercicios que Fatima me mandaba a realizar. (Super consejo, haz lo que te digan a pues puntillas), funciona. Y de repente, tras unas 4-5 semanas noté la primera mejoría. Recuerdo perfectamente el momento en el que pude ver una peli y enterarme un poco de que trataba la trama. Ese fue un momento de inflexión, sin lugar a dudas.
Obviamente lo síntomas no se fueron de un día a otro. Pero a medida que iba manteniendo la constancia al realizar los ejercicios mi estado anímico y psicológico mejoraba. Y a día de hoy ya he recibido mi alta y me siento totalmente recuperado. Hago mi vida normal, que era lo único que pedía.
Un dato importante. Comencé mi terapia en agosto de 2020. En mayo de 2021 me pude presentar a oposiciones con 30 temas estudiados. Jamás imaginé en agosto de 2020 que fuera capaz de estudiarme ni un solo tema.
Espero que este relato pueda ayudar a mucha gente y os animéis a trabajar con Fatima. Puede sonar exagerado pero para mi ha sido un milagro. Lo aconsejo al 1000%.
Nunca habrá agradecimiento suficiente por el trabajo realizado con mi hijo durante este año y medio .
Jamás olvidaré el día que en pleno confinamiento por COVID metidos en casa y sin poder salir , mi hijo a lágrima viva me explicaba lo que le estaba pasando , la angustia que estaba viviendo , la obsesión que se estaba organizando en su mente en torno a una fobia extrema hacia la posibilidad de ser homosexual , cuando él en su interior no sentía que lo era … pero su cabeza había empezado a tejer la duda en cada pensamiento que le llegaba a la cabeza . Entre lágrimas , desgarrado , me pedía ayuda para poder quitar esa obsesión de su cabeza. Cada día que pasaba , no dormía , no comía , no quería salir a ningún sitio , sentía miedo de lo que pensaba , de cómo lo pensaba , y se obsesionaba cada vez más.. montando una bola enorme en su cabeza … que iba a pasos agigantados aumentando más y más ansiedad .
Empecé a documentarme en internet sobre los síntomas … a buscar personas que me pudieran ayudar .. el donde .. el cómo ??? Estábamos confinados !!! Y escribir un correo a un grupo de profesionales de los que había visto cómo trabajan con el Toc … escribí un día a las 5 de la tarde y media hora más tarde Beatriz me estaba llamando para hablar conmigo y explicarle lo que estaba pasando …
Fue un alivio Saber que no hay distancia para tratarte de esto .. para empezar con un profesional a pesar de los kilómetros que nos separaban . Las sesiones se podían realizar por videollamada y serían igual de efectivas que presencialmente .
Confié desde el min 1 en que con ella todo iría bien .. que había que intentarlo , que no quería ver sufrir así de desgarrador a mi hijo , y que lo haría todo por el …
Con El paso de los meses , mi hijo empezó a verse más feliz , más contento, con ganas de todo , como antes de comenzar toda esta pesadilla .
Soy una madre feliz de ver ahora a mi hijo curado y sobre todo con las herramientas suficientes como para enfrentarse a su futuro y todo es gracias a Beatriz .
Es una magnífica profesional y ha sido fundamental su trabajo para que él saliera adelante en tan poco tiempo .
Mi consejo : nunca te rindas .. confía en tu Psicologa , ella te guiará en el camino ..y poco a poco saldrás de ese agujero que no te deja ver qué al final de el camino .. está tu felicidad .
Gracias infinitas por todo Beatriz .
Todo comenzó a principios de noviembre de 2019. Recién comenzaba mi grado en derecho, cuando sufrí la primera estocada del TOC. Recuerdo ir en el metro preocupado y agachando la cabeza, intentando evitar mirada de otros chicos, sintiendo un malestar inimaginable en
algo que nunca me había preocupado, mi sexualidad.
La cuarentena por el COVID reactivó algo que, si no tratas, no desaparece, porque aprovecha ese momento de debilidad para intentar comerte. Y ahí entra Fátima, la que ha sido mi aliada y guía para vencer esta guerra. Fátima ha sido mi psicóloga desde julio de 2020, hasta enero de 2022. 1 año y medio aproximadamente.
Mis primeros días en terapia eran extraños, yo sabía a qué me enfrentaba, pero no tenía ni idea de cómo enfrentarlo. Por eso me sorprendió tanto el método para derrotarlo. Como podía ser que durante períodos de 20-25 minutos pensando en aquello que tanto malestar me generaba, fuese a conseguir que ese malestar desapareciera. A ojos de cualquiera, parece una odisea. Pero la terapia de exposición no puede ser más útil, funcional y resolutiva. Y así fue como empecé a tomarme la terapia enserio, confiando en mi psicóloga, por mucho que yo fuera un escéptico con ese método.
A los dos meses, yendo una vez a la semana, noté una mejora en la calidad de vida brutal. Volví a tener ganas de salir de fiesta sin estar preocupado todo el rato por este tema, además de empezar a volver a hacer las cosas que me gustaban, como volver a ver vídeos en YT.
Este ha sido mi caso, mi testimonio personal. El hecho de que me llegara el momento de lidiar con él a los 18 años fue muy determinante para mi evolución personal. Ahora, con 20 años, puedo decir que lo he superado, y que tú, querido lector, también vas a hacerlo en un futuro próximo. Ese malestar tan fuerte que se siente al principio, disminuye poco a poco, pero yo sé que no me vas a creer, igual que yo en su momento no creía a los otros testimonios. Pero no quiero que me hagas caso a mí, sino a los profesionales, a gente como Fátima, personas absolutamente preparadas para sacarte del pozo.
Y a ti Fátima, me faltan palabras de agradecimiento. Mil gracias por todo el progreso que me ayudaste a realizar, sin duda con otro tipo de persona que no me hubiera exigido tanto no habría conseguido salir tan rápido.
Ponerme en manos de Bea ha sido todo un privilegio. Al principio me encontré indecisa en cuanto a ponerme en manos de un terapeuta ya que era la primera vez que lo hacia y lo desconocido me creaba mucha expectación. Pero a día de hoy, puedo decir que ha sido una experiencia muy satisfactoria y que sin duda volvería a repetirla si lo necesitara. Bea es toda una profesional y estoy muy agradecida de haber podido contar con ella. "No todos los héroes llevan capa".
Desde hace 11 años he tenido pensamientos intrusivos que ni yo mismo sabía por qué llegaban. Sensaciones desagradables que me creaban ansiedad todo el tiempo. Al no saber cómo contrarrestar la ansiedad, empecé a crear una serie de respuestas, o rituales para autoconvencerme de que esos pensamientos intrusivos no eran reales y no iban a pasar. A medida que pasaba el tiempo las obsesiones iban aumentando y mis soluciones cada vez eran menos eficaces. Hasta que llego el punto en el que me costaba dormir, y hacer todo tipo de cosas como estudiar, relacionarme con amigos, divertirme… Sin embargo desde hace cinco meses las cosas han ido mejorando gracias a Fátima Mondaza, quien supo desde el primer momento que padecía un Trastorno Obsesivo Compulsivo supersticioso. Durante las sesiones he notado una mejora mental considerable. Al principio me costó un poco adaptarme a no hacer ningún tipo de ritual, y saber aguantar mi ansiedad sin necesidad de el autoconvencimiento, pero a medida que atendía a las sesiones y realizaba los ejercicios propuestos por la psicóloga, las obsesiones fueron desapareciendo. A día de hoy puedo hacer lo que sea sin ser interrumpido por un pensamiento no deseado y, aunque vengan pensamientos, ya sé como no actuar.
Mi pesadilla con el TOC comenzó en 2019, a raíz de una temporada de mucho estrés en la que comencé a obsesionarme con que padecía diferentes enfermedades. Esta obsesión me hacía sufrir muchísimo y ocupaba gran parte de mis días, de manera que la mayor parte del tiempo no podía pensar en otra cosa.
Más tarde esta obsesión se sustituyó por otra relacionada con mi pareja, y ahí es cuando me di cuenta de que estaba repitiendo exactamente el mismo bucle, dando vueltas una y otra vez al mismo tema con muchísima ansiedad. A raíz de esto decidí buscar ayuda, aunque di con una psicóloga que desgraciadamente no estaba especializada en TOC y esta terapia sólo empeoró mi situación, multiplicando las ideas obsesivas que tenía.
Después de esta mala experiencia comencé a leer sobre TOC en Internet y así es como conocí a Fátima y contacté con ella, ya que vi que este diagnóstico podía encajar con mi problema. Estaba sufriendo tanto que tan solo recibir una confirmación del diagnóstico por su parte ya fue un gran alivio, ya que me permitía por fin comenzar a trabajar por el camino correcto para solucionar el problema. Me comprometí muchísimo con la terapia y los resultados no tardaron en llegar. Es un proceso largo y por supuesto ha habido días mejores y peores, pero finalmente he conseguido mantener a raya las compulsiones que tanto mal me hacían y he dejado de tener miedo a los pensamientos intrusivos. Sé que pueden aparecer en cualquier momento, pero ahora ya sé cómo tengo que manejarlos si aparecen y ya no me impiden hacer vida normal.
Además, una vez controlado el TOC hemos podido trabajar otros temas como la gestión del estrés, en especial en el trabajo, y también la asertividad, lo cual me ha permitido mejorar muchísimo mi calidad de vida y gestionar mejor las situaciones del día a día. Estoy muy agradecida a Fátima por todo lo que me ha ayudado para que recuperase mi calidad de vida y animo a quien esté sufriendo por este problema a que pida ayuda, porque sin duda se puede superar.
Desde bien pequeña siempre he sentido una fascinación por tener todo por orden alfabético: libros, cd’s… Pero se contrarrestaba con mi desorden. Como muchas personas dicen: yo tenía mi orden dentro de mi caos.
Hasta que llegó un punto en el que me independicé y aunque el caos fue aún mayor, se agravó mi necesidad de tener cajones cerrados, puertas cerradas, ropa tendida con pinzas del mismo color, montones de camisetas por temáticas…
Y me di cuenta hasta que en el trabajo también necesitaba tenerlo todo en un orden específico porque si no me ponía nerviosa y tenía que ir a corregirlo a la mayor brevedad posible.
Sabía lo que eran los ataques de ansiedad, pero hasta que no llegó una temporada en la que todo me afectaba, lloraba por nada y me sentía más nerviosa de lo normal, no me di cuenta de lo que me estaba afectando en realidad.
Un día cualquiera hablando con una de mis mejores amigas me recomendó a su psicóloga, Fátima, porque daba la casualidad de que estábamos pasando por lo mismo.
Empezó la terapia tratando el TOC por orden y simetría y acabó derivando en otros trastornos que no era capaz de ver hasta que fuimos indagando. Me daba cuenta a medida que pasaban las sesiones que también estaba metida en unos trastornos como el miedo al rechazo, la ansiedad social, conducta alimentaria…
Por fin le pude poner nombre a lo que estaba sufriendo durante muchos años.
A día de hoy soy consciente de que esos picos de ansiedad seguirán surgiendo, pero ya tengo las herramientas necesarias para afrontarlos gracias a Fátima.
Ha habido recaídas, pero también momentos de alegría al ver como poco a poco iba siendo capaz de superar ciertos retos del día a día.
Después de mi experiencia, y sabiendo que tenía que haberlo afrontado mucho antes, le digo a toda persona que lea mi testimonio que no se espere a que la cosa sea más grave, que pida ayuda, que acuda a terapia porque la calidad de vida que se gana afrontándolo es inimaginable. A día de hoy, todo lo que hemos ido trabajando, me sirve en todos los ámbitos de mi vida: familiar, laboral, pareja…
Gracias, Fátima.
Si te preguntas si vas a salir de esto, es SI, SI SE SALE, aunque debes poner todo de tu parte y sacar todas tus fuerzas para recuperarte, recuerdo que uno de mis mayores miedos era no saber si sería capaz de salir y una de las cosas que más me atormentaba, hasta que te recuperas y sabes que eres capaz de controlarlo.
Mi relación con el TOC comenzó, creo que desde hace bastantes años pero no me di cuenta de las señales que mi mente me mandaba, el detonante fue el encierro por el covid. Mis pensamientos intrusivos desde que me levantaba hasta que me dormía eran incesantes, con preguntas que nunca paraban en mi mente, y con compulsiones imparables ya que solo quería dar respuesta a esas preguntas sin tener ninguna salida.
El toc no entiende de día, ni de horas ni fechas, está ahí incesante hasta que decides pararlo con terapia, tan importante y que debes seguir las pautas de tu psicóloga/o. Hacer la EPR todos los días es tan importante que es lo único que me salvó y me recuperó. Ser sobre todo constante en hacer todo lo que me mandaba Beatriz porque gracias a ella sabía que me iba a recuperar.
Si eres tú quien está en proceso de recuperación, te animo a que sigas, no decaigas y sobre todo se fuerte, todo lo que te atormenta mañana será tu fortaleza.
Ilusión. Ganas. Mariposas. Y una noche todo se tuerce Una conversación de WhatsApp, un mensaje malinterpretado y de repente: “¿Quiero a mi pareja?”
Ansiedad. Nervios. Dudas. Preguntas. Más preguntas. No sabía que estaba pasando. Estaba metido en una duda de la que quería salir. Que quería abandonar. Cuanto más intentaba razonarla y quitarle peso, más se lo daba. Esa pregunta era una losa de la que ya no saldría. “Y si no le quiero”, “Y si es solo un capricho”, “Y si no me pone lo suficiente”. 24/7 de pensar y razonar. De pensar y sufrir.
Al fin y al cabo esos pensamientos eran contra natura, todos iban en dirección contraria a lo que yo quería y sentía. Pero se apoderaron de mí. La duda quería ganar la batalla. Muchas lágrimas, ansiedad, nervios, inseguridad, autoestima y sufrimiento. Hasta dejarte KO.
Entre medias, comparaciones con otras parejas, de ver que complicidad tenían, ver si una chica me parecía guapa significaba que mi pareja no era lo suficiente, dar abrazos para ver que sentía, besar para ver si sentía lo que yo quería sentir, si algún conocido rompía su relación yo sería el siguiente y psicoanalizar absolutamente todo. Sí, todo.
Se sale, se supera. 6 años después estoy en ese punto. Gracias a Beatriz. Dos años luchando juntos contra el maldito TOC. Primero dos veces por semana, luego una y así sucesivamente espaciando más y más. Te ayuda a volver a ser tú. A no cuestionarte. A explicarte tus dudas pero solo una vez jeje (no queremos darle fuerza). A madurar como persona, a madurar en la pareja. Te dirá en tu primera sesión que todo se solucionará, que todo estará bien. Y creerás que no, lo pondrás en duda.
Pensarás que el diagnóstico es erróneo y que en lo realidad pasa es que no la quieres. Pero sí, lo estarás. Trabajo duro y EPR. Rutina diaria. Todos los días, sin saltarte ninguna. Asistir a todas tus sesiones también es clave, nada de cambiarlas salvo que sea extremadamente necesario.
Gracias. Vuelvo a disfrutar de salir a cenar, de una cerveza, de las relaciones. De aquellas pequeñas cosas que no vemos y que cuando estás inmerso en un TOC las anhelas.
Y gracias también a S. Si es difícil para ti, imagina para tu pareja. Que escuche que no sabe si le quieres, si te gusta lo suficiente, si puedes seguir con ella. Menuda confianza. Y la tía sigue al pie del cañón, con tus rachas malas y muy malas, aguantando y apoyando. Fuiste la otra punta del ancla en este proceso.
Gracias infinitas.
Del TOC se sale. Te lo aseguro.
Manuel Sánchez – 27 años
Uno de nuestros pacientes tuvo la valentía de contar su caso de manera pública.
Mi historia con el TOC comenzó hace 5 años en una época de cambios en mi vida que me afectaron negativamente. Empecé a encontrarme mal sin saber muy bien por qué ni qué me estaba ocurriendo, sentía mucha ansiedad, estaba constantemente con mareos, taquicardias, ataques de pánico…y pensaba que tenía una enfermedad grave.
Tras muchos exámenes médicos sin éxito, me decidí a buscar ayuda psicológica con una terapeuta no especializada en TOC y sí, algo mejoré, pero el problema seguía latente conmigo, a épocas mejor y a épocas peor, pero limitándome.
A raíz de la pandemia contraje el COVID y lo pasé bastante mal, ya que a pesar de ser una persona joven, me dio mucha sintomatología, por lo que mi TOC se puso fuera de control. Llegó el punto en el que lloraba a diario, tenía ataques de pánico y pensaba que me iba a morir. Este fue mi punto de inflexión, decidí que no podía continuar así y por consejo de mi pareja busqué ayuda de una persona especialista en este trastorno, que fue Fátima.
Mi experiencia con Fátima ha sido muy positiva. En menos de un año, gracias a sus pautas y explicaciones y al trabajo diario que hemos ido haciendo, puedo decir que ya no sufro de TOC y puedo llevar una vida completamente normal, sin que estos pensamientos me causen la ansiedad que me causaban ni interfieran en mis actividades diarias.
Por mi parte, siempre estaré agradecida a Fátima por ayudarme a recuperarme y en tan poco tiempo, partiendo de un punto en el que toqué fondo, por lo que recomiendo sus sesiones a cualquier persona que sufra de TOC. Espero que este testimonio os sirva para decidiros a buscar tratamiento, un abrazo a todos.
No sé muy bien como empezar esto pero... ahí va. Hace aproximadamente un año, noté en mi mente que algo no iba bien. Continuamente, venían a mi cabeza pensamientos e imágenes que no me hacían sentirme bien conmigo mismo.
Cada día me levantaba deprimido, asustado, con nervios y ansiedad, y sin ganas de vivir; lo pasaba fatal, dudaba hasta de quién era yo como persona, no sabía qué hacer. Hasta que un día, me dió por contarle a mi madre llorando lo que me pasaba, le conté mi situación y se puso rápidamente a documentarse sobre el tema, a buscar por internet.... hasta que dio con Beatriz.
Mi madre contactó con ella, le explicó lo que me ocurría y yo con serias dudas, comencé a hacer terapia con ella, en ese momento conocí la herramienta (mental) más útil que haya conocido en la vida, la EPR . Al principio la verdad que me costó, cuando realizaba las EPR lo pasaba fatal, sudores, temblores, ansiedad, pero luego sin darme cuenta poco a poco fui mejorando, con trabajo y esfuerzo todas esos síntomas fueron disminuyendo con el tiempo hasta que desaparecieron.
Ahora estoy más contento que nunca, tengo claro quien soy, lo que quiero y lo que busco, y que alegría sentir eso la verdad. Un consejo para todas aquellas personas que han pasado o esten pasando por lo mismo que yo, NO TE RINDAS, TRABAJA DURO, y conseguirás resultados.
Me gustaría contarles mi historia de forma breve con el fin de ayudar a todo aquel que esté viviendo una situación similar a la que me ocurrió a mi.
A finales de 2019 comencé a entrar en una dinámica obsesiva que no hacía más que crecer y crecer hasta el punto de condicionarme en todos los aspectos de mi vida. Esa obsesión estaba relacionada con mi pareja. No podía pensar en otra cosa que fuese mi obsesión. Todo el día pensando en eso hasta el punto de no poder dormir apenas unas 3 horas por la noche. Me despertaba y al segundo ya me venían preguntas y dudas a las que ya había dado respuestas una y otra vez. Era un bucle constante. No quería ni salir de casa. Todavía no lo sabía pero padecía un TOC relacional.
De repente, leyendo testimonios y casos similares al mío descubrí el tratamiento basado en la exposición con prevencion de respuesta. Asi que me decidí a ponerme en contacto con Fatima y probar esta nueva terapia.
Al principio no tuve mucha fe, lo he de reconocer, pero si es cierto que me mantuve muy constante en los ejercicios que Fatima me mandaba a realizar. (Super consejo, haz lo que te digan a pues puntillas), funciona. Y de repente, tras unas 4-5 semanas noté la primera mejoría. Recuerdo perfectamente el momento en el que pude ver una peli y enterarme un poco de que trataba la trama. Ese fue un momento de inflexión, sin lugar a dudas.
Obviamente lo síntomas no se fueron de un día a otro. Pero a medida que iba manteniendo la constancia al realizar los ejercicios mi estado anímico y psicológico mejoraba. Y a día de hoy ya he recibido mi alta y me siento totalmente recuperado. Hago mi vida normal, que era lo único que pedía.
Un dato importante. Comencé mi terapia en agosto de 2020. En mayo de 2021 me pude presentar a oposiciones con 30 temas estudiados. Jamás imaginé en agosto de 2020 que fuera capaz de estudiarme ni un solo tema.
Espero que este relato pueda ayudar a mucha gente y os animéis a trabajar con Fatima. Puede sonar exagerado pero para mi ha sido un milagro. Lo aconsejo al 1000%.
Nunca habrá agradecimiento suficiente por el trabajo realizado con mi hijo durante este año y medio .
Jamás olvidaré el día que en pleno confinamiento por COVID metidos en casa y sin poder salir , mi hijo a lágrima viva me explicaba lo que le estaba pasando , la angustia que estaba viviendo , la obsesión que se estaba organizando en su mente en torno a una fobia extrema hacia la posibilidad de ser homosexual , cuando él en su interior no sentía que lo era … pero su cabeza había empezado a tejer la duda en cada pensamiento que le llegaba a la cabeza . Entre lágrimas , desgarrado , me pedía ayuda para poder quitar esa obsesión de su cabeza. Cada día que pasaba , no dormía , no comía , no quería salir a ningún sitio , sentía miedo de lo que pensaba , de cómo lo pensaba , y se obsesionaba cada vez más.. montando una bola enorme en su cabeza … que iba a pasos agigantados aumentando más y más ansiedad .
Empecé a documentarme en internet sobre los síntomas … a buscar personas que me pudieran ayudar .. el donde .. el cómo ??? Estábamos confinados !!! Y escribir un correo a un grupo de profesionales de los que había visto cómo trabajan con el Toc … escribí un día a las 5 de la tarde y media hora más tarde Beatriz me estaba llamando para hablar conmigo y explicarle lo que estaba pasando …
Fue un alivio Saber que no hay distancia para tratarte de esto .. para empezar con un profesional a pesar de los kilómetros que nos separaban . Las sesiones se podían realizar por videollamada y serían igual de efectivas que presencialmente .
Confié desde el min 1 en que con ella todo iría bien .. que había que intentarlo , que no quería ver sufrir así de desgarrador a mi hijo , y que lo haría todo por el …
Con El paso de los meses , mi hijo empezó a verse más feliz , más contento, con ganas de todo , como antes de comenzar toda esta pesadilla .
Soy una madre feliz de ver ahora a mi hijo curado y sobre todo con las herramientas suficientes como para enfrentarse a su futuro y todo es gracias a Beatriz .
Es una magnífica profesional y ha sido fundamental su trabajo para que él saliera adelante en tan poco tiempo .
Mi consejo : nunca te rindas .. confía en tu Psicologa , ella te guiará en el camino ..y poco a poco saldrás de ese agujero que no te deja ver qué al final de el camino .. está tu felicidad .
Gracias infinitas por todo Beatriz .
Todo comenzó a principios de noviembre de 2019. Recién comenzaba mi grado en derecho, cuando sufrí la primera estocada del TOC. Recuerdo ir en el metro preocupado y agachando la cabeza, intentando evitar mirada de otros chicos, sintiendo un malestar inimaginable en
algo que nunca me había preocupado, mi sexualidad.
La cuarentena por el COVID reactivó algo que, si no tratas, no desaparece, porque aprovecha ese momento de debilidad para intentar comerte. Y ahí entra Fátima, la que ha sido mi aliada y guía para vencer esta guerra. Fátima ha sido mi psicóloga desde julio de 2020, hasta enero de 2022. 1 año y medio aproximadamente.
Mis primeros días en terapia eran extraños, yo sabía a qué me enfrentaba, pero no tenía ni idea de cómo enfrentarlo. Por eso me sorprendió tanto el método para derrotarlo. Como podía ser que durante períodos de 20-25 minutos pensando en aquello que tanto malestar me generaba, fuese a conseguir que ese malestar desapareciera. A ojos de cualquiera, parece una odisea. Pero la terapia de exposición no puede ser más útil, funcional y resolutiva. Y así fue como empecé a tomarme la terapia enserio, confiando en mi psicóloga, por mucho que yo fuera un escéptico con ese método.
A los dos meses, yendo una vez a la semana, noté una mejora en la calidad de vida brutal. Volví a tener ganas de salir de fiesta sin estar preocupado todo el rato por este tema, además de empezar a volver a hacer las cosas que me gustaban, como volver a ver vídeos en YT.
Este ha sido mi caso, mi testimonio personal. El hecho de que me llegara el momento de lidiar con él a los 18 años fue muy determinante para mi evolución personal. Ahora, con 20 años, puedo decir que lo he superado, y que tú, querido lector, también vas a hacerlo en un futuro próximo. Ese malestar tan fuerte que se siente al principio, disminuye poco a poco, pero yo sé que no me vas a creer, igual que yo en su momento no creía a los otros testimonios. Pero no quiero que me hagas caso a mí, sino a los profesionales, a gente como Fátima, personas absolutamente preparadas para sacarte del pozo.
Y a ti Fátima, me faltan palabras de agradecimiento. Mil gracias por todo el progreso que me ayudaste a realizar, sin duda con otro tipo de persona que no me hubiera exigido tanto no habría conseguido salir tan rápido.
Ponerme en manos de Bea ha sido todo un privilegio. Al principio me encontré indecisa en cuanto a ponerme en manos de un terapeuta ya que era la primera vez que lo hacia y lo desconocido me creaba mucha expectación. Pero a día de hoy, puedo decir que ha sido una experiencia muy satisfactoria y que sin duda volvería a repetirla si lo necesitara. Bea es toda una profesional y estoy muy agradecida de haber podido contar con ella. "No todos los héroes llevan capa".
Desde hace 11 años he tenido pensamientos intrusivos que ni yo mismo sabía por qué llegaban. Sensaciones desagradables que me creaban ansiedad todo el tiempo. Al no saber cómo contrarrestar la ansiedad, empecé a crear una serie de respuestas, o rituales para autoconvencerme de que esos pensamientos intrusivos no eran reales y no iban a pasar. A medida que pasaba el tiempo las obsesiones iban aumentando y mis soluciones cada vez eran menos eficaces. Hasta que llego el punto en el que me costaba dormir, y hacer todo tipo de cosas como estudiar, relacionarme con amigos, divertirme… Sin embargo desde hace cinco meses las cosas han ido mejorando gracias a Fátima Mondaza, quien supo desde el primer momento que padecía un Trastorno Obsesivo Compulsivo supersticioso. Durante las sesiones he notado una mejora mental considerable. Al principio me costó un poco adaptarme a no hacer ningún tipo de ritual, y saber aguantar mi ansiedad sin necesidad de el autoconvencimiento, pero a medida que atendía a las sesiones y realizaba los ejercicios propuestos por la psicóloga, las obsesiones fueron desapareciendo. A día de hoy puedo hacer lo que sea sin ser interrumpido por un pensamiento no deseado y, aunque vengan pensamientos, ya sé como no actuar.
Mi pesadilla con el TOC comenzó en 2019, a raíz de una temporada de mucho estrés en la que comencé a obsesionarme con que padecía diferentes enfermedades. Esta obsesión me hacía sufrir muchísimo y ocupaba gran parte de mis días, de manera que la mayor parte del tiempo no podía pensar en otra cosa.
Más tarde esta obsesión se sustituyó por otra relacionada con mi pareja, y ahí es cuando me di cuenta de que estaba repitiendo exactamente el mismo bucle, dando vueltas una y otra vez al mismo tema con muchísima ansiedad. A raíz de esto decidí buscar ayuda, aunque di con una psicóloga que desgraciadamente no estaba especializada en TOC y esta terapia sólo empeoró mi situación, multiplicando las ideas obsesivas que tenía.
Después de esta mala experiencia comencé a leer sobre TOC en Internet y así es como conocí a Fátima y contacté con ella, ya que vi que este diagnóstico podía encajar con mi problema. Estaba sufriendo tanto que tan solo recibir una confirmación del diagnóstico por su parte ya fue un gran alivio, ya que me permitía por fin comenzar a trabajar por el camino correcto para solucionar el problema. Me comprometí muchísimo con la terapia y los resultados no tardaron en llegar. Es un proceso largo y por supuesto ha habido días mejores y peores, pero finalmente he conseguido mantener a raya las compulsiones que tanto mal me hacían y he dejado de tener miedo a los pensamientos intrusivos. Sé que pueden aparecer en cualquier momento, pero ahora ya sé cómo tengo que manejarlos si aparecen y ya no me impiden hacer vida normal.
Además, una vez controlado el TOC hemos podido trabajar otros temas como la gestión del estrés, en especial en el trabajo, y también la asertividad, lo cual me ha permitido mejorar muchísimo mi calidad de vida y gestionar mejor las situaciones del día a día. Estoy muy agradecida a Fátima por todo lo que me ha ayudado para que recuperase mi calidad de vida y animo a quien esté sufriendo por este problema a que pida ayuda, porque sin duda se puede superar.
Desde bien pequeña siempre he sentido una fascinación por tener todo por orden alfabético: libros, cd’s… Pero se contrarrestaba con mi desorden. Como muchas personas dicen: yo tenía mi orden dentro de mi caos.
Hasta que llegó un punto en el que me independicé y aunque el caos fue aún mayor, se agravó mi necesidad de tener cajones cerrados, puertas cerradas, ropa tendida con pinzas del mismo color, montones de camisetas por temáticas…
Y me di cuenta hasta que en el trabajo también necesitaba tenerlo todo en un orden específico porque si no me ponía nerviosa y tenía que ir a corregirlo a la mayor brevedad posible.
Sabía lo que eran los ataques de ansiedad, pero hasta que no llegó una temporada en la que todo me afectaba, lloraba por nada y me sentía más nerviosa de lo normal, no me di cuenta de lo que me estaba afectando en realidad.
Un día cualquiera hablando con una de mis mejores amigas me recomendó a su psicóloga, Fátima, porque daba la casualidad de que estábamos pasando por lo mismo.
Empezó la terapia tratando el TOC por orden y simetría y acabó derivando en otros trastornos que no era capaz de ver hasta que fuimos indagando. Me daba cuenta a medida que pasaban las sesiones que también estaba metida en unos trastornos como el miedo al rechazo, la ansiedad social, conducta alimentaria…
Por fin le pude poner nombre a lo que estaba sufriendo durante muchos años.
A día de hoy soy consciente de que esos picos de ansiedad seguirán surgiendo, pero ya tengo las herramientas necesarias para afrontarlos gracias a Fátima.
Ha habido recaídas, pero también momentos de alegría al ver como poco a poco iba siendo capaz de superar ciertos retos del día a día.
Después de mi experiencia, y sabiendo que tenía que haberlo afrontado mucho antes, le digo a toda persona que lea mi testimonio que no se espere a que la cosa sea más grave, que pida ayuda, que acuda a terapia porque la calidad de vida que se gana afrontándolo es inimaginable. A día de hoy, todo lo que hemos ido trabajando, me sirve en todos los ámbitos de mi vida: familiar, laboral, pareja…
Gracias, Fátima.
Si te preguntas si vas a salir de esto, es SI, SI SE SALE, aunque debes poner todo de tu parte y sacar todas tus fuerzas para recuperarte, recuerdo que uno de mis mayores miedos era no saber si sería capaz de salir y una de las cosas que más me atormentaba, hasta que te recuperas y sabes que eres capaz de controlarlo.
Mi relación con el TOC comenzó, creo que desde hace bastantes años pero no me di cuenta de las señales que mi mente me mandaba, el detonante fue el encierro por el covid. Mis pensamientos intrusivos desde que me levantaba hasta que me dormía eran incesantes, con preguntas que nunca paraban en mi mente, y con compulsiones imparables ya que solo quería dar respuesta a esas preguntas sin tener ninguna salida.
El toc no entiende de día, ni de horas ni fechas, está ahí incesante hasta que decides pararlo con terapia, tan importante y que debes seguir las pautas de tu psicóloga/o. Hacer la EPR todos los días es tan importante que es lo único que me salvó y me recuperó. Ser sobre todo constante en hacer todo lo que me mandaba Beatriz porque gracias a ella sabía que me iba a recuperar.
Si eres tú quien está en proceso de recuperación, te animo a que sigas, no decaigas y sobre todo se fuerte, todo lo que te atormenta mañana será tu fortaleza.
Ilusión. Ganas. Mariposas. Y una noche todo se tuerce Una conversación de WhatsApp, un mensaje malinterpretado y de repente: “¿Quiero a mi pareja?”
Ansiedad. Nervios. Dudas. Preguntas. Más preguntas. No sabía que estaba pasando. Estaba metido en una duda de la que quería salir. Que quería abandonar. Cuanto más intentaba razonarla y quitarle peso, más se lo daba. Esa pregunta era una losa de la que ya no saldría. “Y si no le quiero”, “Y si es solo un capricho”, “Y si no me pone lo suficiente”. 24/7 de pensar y razonar. De pensar y sufrir.
Al fin y al cabo esos pensamientos eran contra natura, todos iban en dirección contraria a lo que yo quería y sentía. Pero se apoderaron de mí. La duda quería ganar la batalla. Muchas lágrimas, ansiedad, nervios, inseguridad, autoestima y sufrimiento. Hasta dejarte KO.
Entre medias, comparaciones con otras parejas, de ver que complicidad tenían, ver si una chica me parecía guapa significaba que mi pareja no era lo suficiente, dar abrazos para ver que sentía, besar para ver si sentía lo que yo quería sentir, si algún conocido rompía su relación yo sería el siguiente y psicoanalizar absolutamente todo. Sí, todo.
Se sale, se supera. 6 años después estoy en ese punto. Gracias a Beatriz. Dos años luchando juntos contra el maldito TOC. Primero dos veces por semana, luego una y así sucesivamente espaciando más y más. Te ayuda a volver a ser tú. A no cuestionarte. A explicarte tus dudas pero solo una vez jeje (no queremos darle fuerza). A madurar como persona, a madurar en la pareja. Te dirá en tu primera sesión que todo se solucionará, que todo estará bien. Y creerás que no, lo pondrás en duda.
Pensarás que el diagnóstico es erróneo y que en lo realidad pasa es que no la quieres. Pero sí, lo estarás. Trabajo duro y EPR. Rutina diaria. Todos los días, sin saltarte ninguna. Asistir a todas tus sesiones también es clave, nada de cambiarlas salvo que sea extremadamente necesario.
Gracias. Vuelvo a disfrutar de salir a cenar, de una cerveza, de las relaciones. De aquellas pequeñas cosas que no vemos y que cuando estás inmerso en un TOC las anhelas.
Y gracias también a S. Si es difícil para ti, imagina para tu pareja. Que escuche que no sabe si le quieres, si te gusta lo suficiente, si puedes seguir con ella. Menuda confianza. Y la tía sigue al pie del cañón, con tus rachas malas y muy malas, aguantando y apoyando. Fuiste la otra punta del ancla en este proceso.
Gracias infinitas.
Del TOC se sale. Te lo aseguro.
Manuel Sánchez – 27 años
Uno de nuestros pacientes tuvo la valentía de contar su caso de manera pública.
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Me llamo Ana y os quiero contar mi historia.
Todo empezó hace dos años, cuando en una de las muchas series románticas que vi durante el confinamiento empecé a cuestionarme mi relación. "¿Y si no lo quiero?" Esa fue sin duda la pregunta (entre muchas que fueron surgiendo después) que más me dolió. Me dolió la pregunta y el hecho de haberlo pensado y no saber el por qué. Y ahí comencé a alimentar mi mente: las búsquedas incontrolables en internet sobre relaciones y sentimientos , diálogos conmigo misma para querer solucionarlo y compararme con el resto de relaciones ocupaban mi día a día, no importaba que estuviera entretenida o trabajando.
Beatriz es mi psicóloga, la persona que me ha acompañado durante esta etapa de mi vida. La que me vio en la primera sesión llorar de agobio y tristeza y la que, tras darme el alta, me vio llorar de alegría.
Beatriz te da esa confianza y esa seguridad que necesitas. Sabes que está ahí. Al otro lado de la pantalla, sonriendote y normalizando todo eso que a ti te preocupa. Y te enseña a desenredar tu mente poco a poco, aunque al principio cuesta.
Si tengo que hablar de todo este tiempo, diré que al principio es difícil y cuesta ya que tienes que aprender a gestionar tus obsesiones y no caer en tus compulsiones. Pero poco a poco, empiezas a aprender las técnicas y empiezas a disfrutarlas y a encontrar tu mejoría, aunque, como toda recuperación, hay días malos, de esos que parece que vuelves al principio de todo esto. Imagino que todas esas piedras son parte del camino, pero si llegas al final, las vistas son mejores.
A día de hoy, puedo decir que me siento feliz, que soy la persona que era antes. Volví a encontrar mi paz mental y a disfrutar de la vida con mi pareja, cumpliendo todos nuestros planes de futuro.
Así que, si estás leyendo esto y te sientes identificada/o solo te pido que no lo dejes más y busques ayuda porque ahí comienza todo. Comienza el camino hacia la felicidad.
Y a ti, Beatriz, solo puedo darte las GRACIAS por el trabajo qué haces. Estoy segura de que sin ti, esto no hubiera sido posible.
Un día vi una frase que me hizo cambiar de opinión "intentar mejorar uno mismo sin ayuda, es como intentar levantarse tirando de tus propios cordones" y junto a ese momento de crisis por el cual pasaba cambié de opinión y pedí ayuda. Aunque es cierto que en varias ocasiones busque psicolog@s (no especialistas en toc) que pudieran guiarme y ayudarme a mejorar, la falta de especialidad en este campo complicaba la mejoría.
Una vez harto, decidí buscar otro tipo de ayuda y por primera vez, un psiquiatra me diagnosticó con TOC y me recetó medicación, cosa que ayudo a mejorar día a día, pero nunca me gusto la dependencia que esta generaba, ya que piensas que "estas bien" por la medicación. Tras varios años utilizando medicación, veía que estaba mucho mejor, pero no "bien del todo" y ahí es cuando salí de nuevo de mi zona de confort y volví a buscar ayuda, esta vez de un especialista.
En mi ciudad no veía especialistas en TOC, así que busqué por internet y ahí fue cuando conocí a Fátima, a pesar de la distancia, me ofreció terapia online y, por primera vez, esta terapia era la apropiada para mi problema, gracias a su especialidad y eficacia de su metodología y por tanto, optimismo que me daba, empecé a sentirme mucho mejor desde la primera semana. Como ya saben, al igual que otros problemas de salud, no todo se arregla en un día, pero con la constancia y la ayuda de un buen profesional, todo puede arreglarse.
Tras varios meses de terapia no solo he mejorado muchísimo y he dejado la medicación que un día me recetó el psiquiatra, cosa que por mi cuenta no hubiera sido capaz de lograr, sino que también he aprendido las herramientas que me podrán ayudar en un futuro a no volver a caer en el mismo problema. Algo que cabe destacar de Fátima, no es solo su eficacia, sino su contacto tan cercano a pesar de la distancia, siempre pendiente y en contacto semanal conmigo, dando ánimos y asegurándose de que todo vaya bien. La verdad no pude tomar mejor decisión, y aunque como cualquier otro problema, por el momento tengo el alta, si algún día vuelvo a necesitar ayuda, no dudaré en volver a contactar con ella.
No se rindan, de todo se sale, con esfuerzo y constancia volverás a ver las cosas como un día las viste, y aunque la mejora no siempre es lineal y se puede dar un paso atrás con el paso de tiempo y circunstancias, si seguimos en el camino, la mejoría esta asegurada. Un abrazo.
¡Hola!
Os voy a contar un poco sobre mi experiencia, espero que os sirva de ayuda y os anime a buscar a seguir intentándolo.
Hace casi 2 años empecé con mi novio, era mi primer novio formal, y creo que mi inseguridad fue creciendo a medida que avanzábamos.
Empecé a dudar si le quería como había quererle, si le quería bien, si él me quería a mi, si él podría jugármela y yo no enterarme.. Con todas estas dudas a mi alrededor empezó la búsqueda de su respuesta, la cual me tranquilizaba en el momento pero después todo volvía a repetirse con mayor intensidad.
Llegue a un punto en que deje de controlar mis pensamientos, ese tipo de ideas ocupaban el 100% de mi tiempo, lloros, angustia, ansiedad, miedo.. empecé a buscar tranquilidad en lo que otros me decían, y claro no ayudaba.. solo iba a peor.
Y.. después de mucho miedo, con todo lo que eso traía en la mochila , decidí que algo había que hacer y llegue hasta donde Alejando y su equipo.
He de decir, que desde el minuto uno me sentí súper comprendida.. me hicieron saber que no era tan raro y que había sido muy valiente por ponerme en el camino correcto.
Mi vida dejo de ser funcional.. solo vivía por y para mis compulsiones y eso no podía seguir así.
A día de hoy, estoy muchísimo mejor.. nada que ver con mi vida de hace un año.
Ahora casi estoy con el alta en las manos, el camino sigue y por supuesto que hay días malos.. pero hay que seguir mirando hacia el frente.
Ánimo 💪🏼
Con el inicio de la cuarentena en 2020 a todo el mundo nos cambió la vida, a unos más y a otros menos. Yo la llevé bien, con días mejores y peores, pero bien. Estuve sin mi pareja durante casi 3 meses y lo echaba muchísimo de menos, siempre deseando que llegase el día de que nos dejasen salir y por fin poder verle.
Y llegó ese día, y, en vez de sentir alegría, sentí pánico al verle de nuevo, y una sensación desde el estómago a la garganta que después de un tiempo descubrí que se llamaba ansiedad. Y así, esa situación me aterrorizó, no quería verle más, no sabía si quería seguir con el y millones de dudas infinitas en mi cabeza sobre mi relación que yo no entendía y era incapaz de soportar.
Intenté buscar soluciones a lo que me pasaba, razonando mis pensamientos (no debí haberlo hecho), pero era un bucle sin fin. Me pasaba también buscando por internet todo el día lo que me pasaba, rezando para que hubiese alguien como yo y no sentirme tan sola.
Así, seguí buscando y di con Fátima. Dudé en llamar, pensaba que sería capaz de superarlo sola pero pasaba el tiempo e iba a peor, nunca a mejor. Así que en octubre de 2020 decidí empezar terapia con ella, y es una de las mejores cosas que he podido hacer, ya que, conseguí superar mis miedos y darme cuenta de que los pensamientos solo son pensamientos. Y además, no solo salí de ese pozo, sino que siento que ahora estoy mejor y más feliz de lo que estaba antes de tener mi problema, lo que ella me explicó que se llamaba “resiliencia”.
También es verdad que dicho así parece muy bonito y sencillo, pero no es así… El proceso requiere mucho trabajo, esfuerzo y sobre todo constancia… pero te prometo que la recompensa merece la pena, y mucho! Y aunque el camino sea duro, siempre cuentas con el apoyo de una profesional que hace tener fe en el sistema y que está a tu disposición en cualquier momento por si acaso sientes que se te viene el mundo encima y necesitas su ayuda.
Espero que leer esto te sirva de ayuda si estás pasando por lo mismo que yo vivi, y… si tienes dudas, confía, la técnica de EPR funciona y a ti también te llegará el día de estar y sentirte bien.
Hola! , quería escribir mi historia para compartirla ,así poder aportar mi granito de arena en este camino tan personal pero que nos identifica a todos los que acudimos a pedir ayuda profesional. Quería hacerlo de una forma breve, amena y desde el cariño, así que este ciudadano del mundo les cuenta su experiencia como humano y como paciente de Fátima.
Tras varios años de no encontrarme y de no saber por dónde empezar después de situaciones adversas, acudí a mi médico de cabecera, ya que tenia pensamientos obsesivos , ansiedad , taquicardia e insonnios, añadiendo pensamientos suicidas y que nada me daba placer, ni si quiera escuchar música, caminar o salir con amigos y relacionarme.
Estuve un tiempo tomando tranquilizantes para dormir y al tiempo me derivaron al psiquiatra ya que mí situación no mejoraba, y el diagnóstico fue depresion mayor y trastorno TOC . Con el trascurso del tiempo tuve cambios pero seguía sin sentirme yo y seguía teniendo pensamientos obsesivos, así que después de año y medio tomando medicación decidí pedir ayuda psicológica, que fue lo que junto a la medicación me hizo salir de todo este mal estar para poder hacer una vida normal.
El primer dia que contacté con Fátima estaba algo nervioso por la incertidumbre, ya que nunca había acudido a un/@ profesional de la psicología, pero desde la primera terapia sentí que me puse en buenas manos, y comenzamos a trabajar. Siempre expresando lo que sentía con toda transparencia posible, para que pudiese ofrecerme las técnicas necesarias con las que trabaja. Fátima me detectó que tenia dos tipos de trastorno toc, "toc puro, y toc de orden y simetría ", añadiéndo la depresion que dije que venia arrastrando de años atras.
Para la salud mental no existe un clips para estar bien de un dia para otro, todo lleva un proceso individual, pero tengo que decir que experiencia ha sido muy buena y ha sido una inversión en mi calidad de vida, así que la recomiendo como profesional. Y quiero dar el mensaje de " Si se puede ", por muy difícil que nos parezca salir del problema.
Yo empecé en marzo de 2020 a tener pensamientos que no me dejaban hacer vida normal y que no entendía poeque los tenia, desde pensamientos con amigos hasta series de netflix. Llego el confinamiento y todo aumento considerablemente hasta que un día empecé a buscar algo de información a ver que podía ser o cualquier solución que me sirviera. encontré algo de toc homosexual, que en principio no le di importancia hasta que lo fui leyendo constantemente. Entonces decidí contárselo a mis padres y empezar terapia con la clínica de fatima, la que fue sin duda una de las mejores decisiones que he tomado. Al principio todo era muy duro, las primeras semanas e incluso meses pero pasado un mes y medio más o menos ya notaba una mejora considerable. Todo mejoraba muy rápido y prácticamente a los 4/5meses ya hacia vida totalmente normal. Hasta hace unos días donde faltaba pulir todos los detalles para no dejar rastro del toc. El alta ha sido gracias al esfuerzo en hacer las tareas y sobretodo a la increible ayuda que he recibido por parte de Fátima. Así que animo a todos a probarlo si estas pasando por lo mismo. Un abrazo a todos.
Mi nombre es Manuel. En 2016 comencé con pensamientos obsesivos homosexuales. En 2017 tuve pensamientos intrusivos sobre el pasado sexual de mi pareja. Más recientemente, un Toc relacional. El contenido del Toc variaba, el malestar era el mismo. Tras haber pasado por varias consultas, no fue hasta las primeras exposiciones con prevención de respuesta con Fátima cuando noté remisión de los síntomas. Recuperé calidad de vida, funcionalidad, atención, memoria, volví a eventos sociales que anteriormente evitaba.
Me llamo Ana y os quiero contar mi historia.
Todo empezó hace dos años, cuando en una de las muchas series románticas que vi durante el confinamiento empecé a cuestionarme mi relación. "¿Y si no lo quiero?" Esa fue sin duda la pregunta (entre muchas que fueron surgiendo después) que más me dolió. Me dolió la pregunta y el hecho de haberlo pensado y no saber el por qué. Y ahí comencé a alimentar mi mente: las búsquedas incontrolables en internet sobre relaciones y sentimientos , diálogos conmigo misma para querer solucionarlo y compararme con el resto de relaciones ocupaban mi día a día, no importaba que estuviera entretenida o trabajando.
Beatriz es mi psicóloga, la persona que me ha acompañado durante esta etapa de mi vida. La que me vio en la primera sesión llorar de agobio y tristeza y la que, tras darme el alta, me vio llorar de alegría.
Beatriz te da esa confianza y esa seguridad que necesitas. Sabes que está ahí. Al otro lado de la pantalla, sonriendote y normalizando todo eso que a ti te preocupa. Y te enseña a desenredar tu mente poco a poco, aunque al principio cuesta.
Si tengo que hablar de todo este tiempo, diré que al principio es difícil y cuesta ya que tienes que aprender a gestionar tus obsesiones y no caer en tus compulsiones. Pero poco a poco, empiezas a aprender las técnicas y empiezas a disfrutarlas y a encontrar tu mejoría, aunque, como toda recuperación, hay días malos, de esos que parece que vuelves al principio de todo esto. Imagino que todas esas piedras son parte del camino, pero si llegas al final, las vistas son mejores.
A día de hoy, puedo decir que me siento feliz, que soy la persona que era antes. Volví a encontrar mi paz mental y a disfrutar de la vida con mi pareja, cumpliendo todos nuestros planes de futuro.
Así que, si estás leyendo esto y te sientes identificada/o solo te pido que no lo dejes más y busques ayuda porque ahí comienza todo. Comienza el camino hacia la felicidad.
Y a ti, Beatriz, solo puedo darte las GRACIAS por el trabajo qué haces. Estoy segura de que sin ti, esto no hubiera sido posible.
Un día vi una frase que me hizo cambiar de opinión "intentar mejorar uno mismo sin ayuda, es como intentar levantarse tirando de tus propios cordones" y junto a ese momento de crisis por el cual pasaba cambié de opinión y pedí ayuda. Aunque es cierto que en varias ocasiones busque psicolog@s (no especialistas en toc) que pudieran guiarme y ayudarme a mejorar, la falta de especialidad en este campo complicaba la mejoría.
Una vez harto, decidí buscar otro tipo de ayuda y por primera vez, un psiquiatra me diagnosticó con TOC y me recetó medicación, cosa que ayudo a mejorar día a día, pero nunca me gusto la dependencia que esta generaba, ya que piensas que "estas bien" por la medicación. Tras varios años utilizando medicación, veía que estaba mucho mejor, pero no "bien del todo" y ahí es cuando salí de nuevo de mi zona de confort y volví a buscar ayuda, esta vez de un especialista.
En mi ciudad no veía especialistas en TOC, así que busqué por internet y ahí fue cuando conocí a Fátima, a pesar de la distancia, me ofreció terapia online y, por primera vez, esta terapia era la apropiada para mi problema, gracias a su especialidad y eficacia de su metodología y por tanto, optimismo que me daba, empecé a sentirme mucho mejor desde la primera semana. Como ya saben, al igual que otros problemas de salud, no todo se arregla en un día, pero con la constancia y la ayuda de un buen profesional, todo puede arreglarse.
Tras varios meses de terapia no solo he mejorado muchísimo y he dejado la medicación que un día me recetó el psiquiatra, cosa que por mi cuenta no hubiera sido capaz de lograr, sino que también he aprendido las herramientas que me podrán ayudar en un futuro a no volver a caer en el mismo problema. Algo que cabe destacar de Fátima, no es solo su eficacia, sino su contacto tan cercano a pesar de la distancia, siempre pendiente y en contacto semanal conmigo, dando ánimos y asegurándose de que todo vaya bien. La verdad no pude tomar mejor decisión, y aunque como cualquier otro problema, por el momento tengo el alta, si algún día vuelvo a necesitar ayuda, no dudaré en volver a contactar con ella.
No se rindan, de todo se sale, con esfuerzo y constancia volverás a ver las cosas como un día las viste, y aunque la mejora no siempre es lineal y se puede dar un paso atrás con el paso de tiempo y circunstancias, si seguimos en el camino, la mejoría esta asegurada. Un abrazo.
¡Hola!
Os voy a contar un poco sobre mi experiencia, espero que os sirva de ayuda y os anime a buscar a seguir intentándolo.
Hace casi 2 años empecé con mi novio, era mi primer novio formal, y creo que mi inseguridad fue creciendo a medida que avanzábamos.
Empecé a dudar si le quería como había quererle, si le quería bien, si él me quería a mi, si él podría jugármela y yo no enterarme.. Con todas estas dudas a mi alrededor empezó la búsqueda de su respuesta, la cual me tranquilizaba en el momento pero después todo volvía a repetirse con mayor intensidad.
Llegue a un punto en que deje de controlar mis pensamientos, ese tipo de ideas ocupaban el 100% de mi tiempo, lloros, angustia, ansiedad, miedo.. empecé a buscar tranquilidad en lo que otros me decían, y claro no ayudaba.. solo iba a peor.
Y.. después de mucho miedo, con todo lo que eso traía en la mochila , decidí que algo había que hacer y llegue hasta donde Alejando y su equipo.
He de decir, que desde el minuto uno me sentí súper comprendida.. me hicieron saber que no era tan raro y que había sido muy valiente por ponerme en el camino correcto.
Mi vida dejo de ser funcional.. solo vivía por y para mis compulsiones y eso no podía seguir así.
A día de hoy, estoy muchísimo mejor.. nada que ver con mi vida de hace un año.
Ahora casi estoy con el alta en las manos, el camino sigue y por supuesto que hay días malos.. pero hay que seguir mirando hacia el frente.
Ánimo 💪🏼
Con el inicio de la cuarentena en 2020 a todo el mundo nos cambió la vida, a unos más y a otros menos. Yo la llevé bien, con días mejores y peores, pero bien. Estuve sin mi pareja durante casi 3 meses y lo echaba muchísimo de menos, siempre deseando que llegase el día de que nos dejasen salir y por fin poder verle.
Y llegó ese día, y, en vez de sentir alegría, sentí pánico al verle de nuevo, y una sensación desde el estómago a la garganta que después de un tiempo descubrí que se llamaba ansiedad. Y así, esa situación me aterrorizó, no quería verle más, no sabía si quería seguir con el y millones de dudas infinitas en mi cabeza sobre mi relación que yo no entendía y era incapaz de soportar.
Intenté buscar soluciones a lo que me pasaba, razonando mis pensamientos (no debí haberlo hecho), pero era un bucle sin fin. Me pasaba también buscando por internet todo el día lo que me pasaba, rezando para que hubiese alguien como yo y no sentirme tan sola.
Así, seguí buscando y di con Fátima. Dudé en llamar, pensaba que sería capaz de superarlo sola pero pasaba el tiempo e iba a peor, nunca a mejor. Así que en octubre de 2020 decidí empezar terapia con ella, y es una de las mejores cosas que he podido hacer, ya que, conseguí superar mis miedos y darme cuenta de que los pensamientos solo son pensamientos. Y además, no solo salí de ese pozo, sino que siento que ahora estoy mejor y más feliz de lo que estaba antes de tener mi problema, lo que ella me explicó que se llamaba “resiliencia”.
También es verdad que dicho así parece muy bonito y sencillo, pero no es así… El proceso requiere mucho trabajo, esfuerzo y sobre todo constancia… pero te prometo que la recompensa merece la pena, y mucho! Y aunque el camino sea duro, siempre cuentas con el apoyo de una profesional que hace tener fe en el sistema y que está a tu disposición en cualquier momento por si acaso sientes que se te viene el mundo encima y necesitas su ayuda.
Espero que leer esto te sirva de ayuda si estás pasando por lo mismo que yo vivi, y… si tienes dudas, confía, la técnica de EPR funciona y a ti también te llegará el día de estar y sentirte bien.
Hola! , quería escribir mi historia para compartirla ,así poder aportar mi granito de arena en este camino tan personal pero que nos identifica a todos los que acudimos a pedir ayuda profesional. Quería hacerlo de una forma breve, amena y desde el cariño, así que este ciudadano del mundo les cuenta su experiencia como humano y como paciente de Fátima.
Tras varios años de no encontrarme y de no saber por dónde empezar después de situaciones adversas, acudí a mi médico de cabecera, ya que tenia pensamientos obsesivos , ansiedad , taquicardia e insonnios, añadiendo pensamientos suicidas y que nada me daba placer, ni si quiera escuchar música, caminar o salir con amigos y relacionarme.
Estuve un tiempo tomando tranquilizantes para dormir y al tiempo me derivaron al psiquiatra ya que mí situación no mejoraba, y el diagnóstico fue depresion mayor y trastorno TOC . Con el trascurso del tiempo tuve cambios pero seguía sin sentirme yo y seguía teniendo pensamientos obsesivos, así que después de año y medio tomando medicación decidí pedir ayuda psicológica, que fue lo que junto a la medicación me hizo salir de todo este mal estar para poder hacer una vida normal.
El primer dia que contacté con Fátima estaba algo nervioso por la incertidumbre, ya que nunca había acudido a un/@ profesional de la psicología, pero desde la primera terapia sentí que me puse en buenas manos, y comenzamos a trabajar. Siempre expresando lo que sentía con toda transparencia posible, para que pudiese ofrecerme las técnicas necesarias con las que trabaja. Fátima me detectó que tenia dos tipos de trastorno toc, "toc puro, y toc de orden y simetría ", añadiéndo la depresion que dije que venia arrastrando de años atras.
Para la salud mental no existe un clips para estar bien de un dia para otro, todo lleva un proceso individual, pero tengo que decir que experiencia ha sido muy buena y ha sido una inversión en mi calidad de vida, así que la recomiendo como profesional. Y quiero dar el mensaje de " Si se puede ", por muy difícil que nos parezca salir del problema.
Yo empecé en marzo de 2020 a tener pensamientos que no me dejaban hacer vida normal y que no entendía poeque los tenia, desde pensamientos con amigos hasta series de netflix. Llego el confinamiento y todo aumento considerablemente hasta que un día empecé a buscar algo de información a ver que podía ser o cualquier solución que me sirviera. encontré algo de toc homosexual, que en principio no le di importancia hasta que lo fui leyendo constantemente. Entonces decidí contárselo a mis padres y empezar terapia con la clínica de fatima, la que fue sin duda una de las mejores decisiones que he tomado. Al principio todo era muy duro, las primeras semanas e incluso meses pero pasado un mes y medio más o menos ya notaba una mejora considerable. Todo mejoraba muy rápido y prácticamente a los 4/5meses ya hacia vida totalmente normal. Hasta hace unos días donde faltaba pulir todos los detalles para no dejar rastro del toc. El alta ha sido gracias al esfuerzo en hacer las tareas y sobretodo a la increible ayuda que he recibido por parte de Fátima. Así que animo a todos a probarlo si estas pasando por lo mismo. Un abrazo a todos.
Mi nombre es Manuel. En 2016 comencé con pensamientos obsesivos homosexuales. En 2017 tuve pensamientos intrusivos sobre el pasado sexual de mi pareja. Más recientemente, un Toc relacional. El contenido del Toc variaba, el malestar era el mismo. Tras haber pasado por varias consultas, no fue hasta las primeras exposiciones con prevención de respuesta con Fátima cuando noté remisión de los síntomas. Recuperé calidad de vida, funcionalidad, atención, memoria, volví a eventos sociales que anteriormente evitaba.