Mitos sobre la medicación en el TOC y la ansiedad

Mitos sobre la medicación en el TOC y la ansiedad

Lo que es y lo que no es tomar medicación

Hablar de medicación para el TOC o la ansiedad todavía genera muchas dudas, miedos y prejuicios. Hay quien la ve como “la última opción”, como una señal de debilidad o como algo que va a cambiarle la personalidad.

La realidad es muy distinta. Y entenderla puede marcar la diferencia entre sufrir innecesariamente o comenzar a encontrar alivio.

Vamos a desmontar algunos de los mitos más comunes.


“Si tomo medicación es porque no puedo con esto”

Falso. Tomar medicación no significa que seas débil, ni que no lo estés intentando lo suficiente. Significa que estás cuidándote y buscando una herramienta más para ayudarte.

Igual que si tuvieras diabetes o hipertensión, no dudarías en seguir un tratamiento médico. La salud mental también merece ese respeto.


“La medicación es para siempre”

No tiene por qué. Muchas personas toman medicación durante una etapa para estabilizarse, reducir los síntomas más intensos y poder aprovechar mejor la terapia.

El objetivo suele ser que, con el tiempo, puedas ir reduciéndola bajo supervisión médica. Pero eso dependerá de cada caso, y no es una derrota si necesitas mantenerla más tiempo.


“Te cambia la personalidad”

Lo que cambia es tu nivel de angustia, tu capacidad de concentración, tu nivel de energía. No pierdes quién eres. De hecho, muchas personas sienten que vuelven a ser ellas mismas cuando la ansiedad o las obsesiones dejan de ocupar todo el espacio mental.


“Es adictiva”

La mayoría de los fármacos utilizados para tratar el TOC y la ansiedad, como los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina), no son adictivos. No generan dependencia física ni síndrome de abstinencia si se retiran correctamente con supervisión médica.


“Solo tapan los síntomas”

Es cierto que la medicación no resuelve la raíz del problema por sí sola. Pero cuando los síntomas son muy intensos, puede ser una ayuda clave para poder iniciar o avanzar en el proceso terapéutico.

No es una muleta eterna, es un apoyo para caminar mejor mientras trabajas en lo profundo en terapia.


“Me da miedo perder el control”

El miedo a no controlar lo que sentimos o a que la medicación nos altere es muy habitual. Pero en la mayoría de los casos, el tratamiento se empieza de forma gradual, vigilando los efectos, y siempre con opción de ajustar o cambiar si algo no va bien. No se pierde el control: se gana equilibrio.


En resumen

  • Tomar medicación no te quita mérito.
  • No tiene por qué ser para siempre.
  • No cambia quién eres, pero puede ayudarte a vivir con más calma y claridad.
  • No sustituye la terapia, pero puede ser un gran complemento.

Y lo más importante: siempre debe ser indicada y supervisada por un profesional sanitario.


En Más que TOC creemos que elegir cuidarte nunca es un signo de debilidad. Es una forma de valentía. Y eso incluye, si lo necesitas, valorar la medicación como una aliada más en tu proceso de recuperación.

Desde Más que TOC, queremos recordarte que el Trastorno Obsesivo Compulsivo tiene tratamiento y recurrir a terapia siempre será de gran ayuda. 

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