Señales reales de que estás progresando (aunque no lo parezca)
Empezar terapia es un paso valiente. Pero una vez dentro, es normal preguntarse:
¿Esto me está sirviendo? ¿Estoy avanzando o sigo igual?
Y es que el progreso en terapia, sobre todo cuando trabajas con TOC, ansiedad o fobias, no siempre es evidente. A veces es tan sutil que ni lo notas… hasta que miras atrás.
Aquí te dejamos algunas señales reales de que la terapia está funcionando, aunque no estés “curado/a” (spoiler: no necesitas estarlo para haber avanzado).
1. No reaccionas igual que antes
Quizá las obsesiones siguen viniendo, pero ya no te arrastran con la misma fuerza.
Puede que tardes un poco menos en detectar un ritual. O que puedas posponerlo.
Eso es un logro. Y muy grande.
2. Te das cuenta de lo que sientes y por qué
Antes solo sabías que estabas mal. Ahora puedes ponerle nombre: “esto es ansiedad”, “esto es TOC”, “esto es miedo a perder el control”.
Comprender lo que pasa dentro de ti ya es parte de la transformación.
3. Empiezas a hacer cosas que evitabas
No necesitas haber conquistado el Everest. Si antes evitabas ir solo/a al supermercado y ahora lo intentas… eso es progreso.
Cada paso fuera del círculo del miedo es un paso hacia la libertad.
4. Tienes más herramientas, aunque no siempre las uses
A veces olvidas lo aprendido, claro. Pero otras veces, te sorprendes aplicando una estrategia que hablaste en sesión.
Y eso significa que algo dentro de ti ya está cambiando.
5. Hablas con más compasión hacia ti mismo/a
Empiezas a dejar de decir “soy un desastre” para decir “me cuesta, pero lo estoy intentando”.
Este cambio interno no se ve desde fuera, pero es clave.
6. Te sientes acompañado/a en el proceso
Terapia no es solo técnica. Sentirte escuchado/a, comprendido/a, sostenido/a… también es sanar.
7. Tienes días malos, pero no son como antes
Los días malos siguen existiendo, sí. Pero ya no duran lo mismo. Ya no te tumban igual.
Incluso en los retrocesos, puedes ver algo de luz.
¿Y si no notas nada de esto?
También puede pasar. Y eso no significa que estés fallando.
Quizá necesitas ajustar el enfoque, hablar con tu terapeuta sobre lo que te inquieta, revisar objetivos…
Pero muchas veces, el proceso ya está en marcha, aunque aún no lo notes.
El cambio profundo no siempre hace ruido. Pero se nota cuando miras atrás.
Desde Más que TOC, te animamos a confiar en tu proceso. Ir a terapia no es una línea recta. Pero si sigues caminando, estás avanzando.
