Cuando tienes ansiedad, es muy fácil caer en la confusión: ¿esto que siento es ansiedad o será otra cosa? ¿Y si me estoy pasando por alto algo grave? ¿Y si lo que creo que es normal… en realidad es ansiedad?
Esta duda constante forma parte del círculo ansioso. Por eso, hoy hablamos de algo clave:
Cosas que parecen ansiedad pero no lo son… y cosas que no parecen ansiedad, pero sí lo son.
Cosas que parecen ansiedad pero no lo son
- Cansancio físico o mental
Sentirse sin energía, tener niebla mental o dolores musculares no siempre es ansiedad. A veces solo necesitas descansar, dormir mejor o parar un poco. - Cambios hormonales
Muchas personas sienten nerviosismo, irritabilidad o taquicardias por el ciclo menstrual, la tiroides o la menopausia. No todo es ansiedad. - Cafeína y estimulantes
Un café fuerte o bebidas energéticas pueden dar síntomas idénticos a la ansiedad: palpitaciones, sudoración, inquietud. Pero es solo el efecto de la cafeína. - Procesos digestivos
Molestias estomacales, gases o digestiones pesadas pueden generar sensación de opresión, nudo o mariposas… sin que sea ansiedad. - Falta de nutrientes o bajadas de azúcar
Sentirte mareado, con palpitaciones o irritable a veces tiene que ver con no haber comido bien, más que con ansiedad.
Cosas que SÍ son ansiedad… pero a veces no lo parecen
- Necesidad de controlar absolutamente todo
Esa hiperexigencia contigo mismo/a, miedo a equivocarte o a que algo salga mal… muchas veces es ansiedad en forma de control. - Problemas de concentración o memoria
Estar disperso, olvidar cosas o no poder atender una conversación puede ser efecto de un sistema nervioso saturado por la ansiedad. - Enfermar constantemente o tener molestias físicas vagas
Dolores de cabeza, tensión muscular, molestias en el pecho, nudos en la garganta… muchas veces son síntomas físicos de ansiedad. - Irritabilidad o cambios de humor sin motivo claro
No siempre la ansiedad se presenta como miedo. A veces se expresa como enfado, impaciencia o sensación de estar “a la defensiva”. - Aislamiento social o evitación constante
Si de repente dejas de hacer cosas que antes te gustaban o te da miedo salir solo/a, puede que no sea pereza ni desgana, sino ansiedad que se esconde.
¿Por qué es importante saber esto?
Porque si confundes lo que sientes, puedes entrar en un bucle aún más angustiante. Pensar que tienes ansiedad cuando no es así te hace hipercontrolarte. Pero también puedes estar sufriendo ansiedad sin saberlo, porque no encaja con “lo que te han contado que es”.
Conocer tu cuerpo, tus emociones y cómo se expresa tu ansiedad es una forma de recuperar el control real.
En Más que TOC, te ayudamos a entender lo que te pasa y darte herramientas para vivir con más calma, sin tanta confusión ni miedo.
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Desde Más que TOC, queremos recordarte que el Trastorno Obsesivo Compulsivo tiene tratamiento y recurrir a terapia siempre será de gran ayuda.
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