Es común confundir la preocupación con la obsesión, pero existen diferencias clave entre ambas:
1. Las preocupaciones
- Suelen girar en torno a temas alineados con nuestros valores.
- Tratan sobre problemas cotidianos y tienen una función adaptativa.
- Nos ayudan a buscar soluciones y a tomar decisiones.
- Son pasajeras y disminuyen cuando el problema se resuelve.
2. Las obsesiones
- Son pensamientos intrusivos y repetitivos que generan malestar.
- No están alineadas con nuestros valores y suelen ser irracionales.
- Se mantienen en la mente de forma continua, incluso cuando intentamos evitarlas.
- No llevan a una resolución, sino que alimentan la ansiedad.
¿Cómo manejarlas?
Si bien preocuparse es una respuesta normal, obsesionarse puede convertirse en un problema. La terapia cognitivo-conductual, especialmente la Exposición con Prevención de Respuesta (EPR), ayuda a reducir las obsesiones y recuperar el control sobre los pensamientos.
Si sientes que tus preocupaciones se han convertido en obsesiones, en «Más que TOC» podemos ayudarte a afrontarlas con estrategias efectivas.
Desde Más que TOC, queremos recordarte que el Trastorno Obsesivo Compulsivo tiene tratamiento y recurrir a terapia siempre será de gran ayuda.
Esperamos que te haya gustado este post. ¿Nos compartes?
Ayuda a que el contenido llegue más lejos.
También puedes visitar nuestro Instagram para saber mucho más sobre el TOC.Equipo Más que TOC – Consulta de Psicología en Sevilla y Online