El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una condición que suele asociarse con la limpieza y el orden, pero la realidad es que existen muchas variantes menos conocidas que afectan a quienes las padecen. A continuación, exploramos algunos tipos de TOC menos comunes pero igualmente debilitantes.
1. TOC Religioso
Las personas con este tipo de TOC experimentan obsesiones relacionadas con la moralidad, la religión o el miedo a ofender a una entidad superior. Pueden tener compulsiones como rezar repetidamente, buscar constantemente la aprobación de líderes religiosos o evitar ciertas palabras o pensamientos «prohibidos».
2. TOC Relacional
Este tipo se centra en dudas obsesivas sobre las relaciones personales. Quienes lo padecen pueden preguntarse constantemente si realmente aman a su pareja, si son lo suficientemente buenos para ella o si su pareja los engaña, incluso sin evidencia. Estas dudas generan ansiedad y llevan a conductas compulsivas como buscar validación o analizar en exceso la relación.
3. TOC de Orientación Sexual
Las personas con este TOC experimentan miedos intrusivos sobre su orientación sexual, incluso si previamente estaban seguras de ella. Pueden realizar comprobaciones constantes, analizar sus reacciones a diferentes estímulos o buscar validación en los demás para confirmar su identidad.
4. TOC Somático Este tipo de TOC se enfoca en la consciencia excesiva de funciones corporales como la respiración, el parpadeo o el latido del corazón. Las personas con este TOC pueden obsesionarse con la idea de que nunca dejarán de notar estas sensaciones, lo que genera un ciclo de ansiedad y angustia.
5. TOC de Simetría
Quienes tienen este TOC sienten la necesidad de que las cosas estén equilibradas o se perciban «correctas». Esto puede manifestarse en ajustar objetos hasta que se sientan perfectos o realizar acciones repetitivas para conseguir una sensación de equilibrio.
6. TOC de Daño
Las personas con este tipo de TOC tienen pensamientos intrusivos sobre hacer daño a otras personas o a sí mismas, aunque no deseen hacerlo. Estos pensamientos generan una intensa angustia, llevándolos a evitar situaciones en las que podrían representar un peligro (por ejemplo, esconder cuchillos o evitar sostener a un bebé).
¿Qué hacer si te identificas con alguno de estos TOC?
El TOC, sin importar su tipo, puede tratarse con terapia de Exposición con Prevención de Respuesta (EPR). También puede ser útil trabajar en la reducción de la autocrítica y la aceptación de la incertidumbre. Si crees que puedes estar experimentando alguno de estos tipos de TOC, buscar ayuda profesional es el primer paso hacia la recuperación.
Desde Más que TOC, queremos recordarte que el Trastorno Obsesivo Compulsivo tiene tratamiento y recurrir a terapia siempre será de gran ayuda.
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