¿Alguna vez te han incitado a practicar la autocompasión y no has sabido por dónde empezar?
La autocompasión es una forma de comprensión. Es tratarse a uno mismo con amabilidad, sin criticarse ni juzgarse por los errores. Por ejemplo, una persona que sufre en el presente por un error del pasado puede aprender bajo la luz de esta nueva expresión de afecto que en aquel momento actuó del mejor modo que supo hacerlo a partir de sus propias circunstancias y de su etapa vital.
La autocompasión engloba muchos aspectos
- Igualdad: La idea de que TODOS los seres humanos, incluyéndonos, somos iguales en nuestro valor y merecedores de compasión, amor y bondad, sin condiciones. Esto implica dejar de calificar globalmente a los seres humanos como ‘buenos’ o ‘malos’.
- Cariño: Esto implica enfrentar nuestro dolor y malestar con afecto, y es la práctica central de la autocompasión.
- Sabiduría: Esta es la comprensión de lo que nos sirve mejor en un momento de sufrimiento. En el contexto del TOC, esto significa no ceder a nuestros instintos de participar en compulsiones en busca de alivio a corto plazo que alimentan el TOC.
- Aceptación de la imperfección: Aceptarnos a nosotros mismos como seres humanos imperfectos y darnos permiso para ser imperfectos.
- Responsabilidad compasiva: El acto de ponernos a nosotros mismos como prioridad en aras de nuestro bienestar y calidad de vida, y ofrecernos compasión incondicionalmente.
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Equipo Más que TOC – Consulta de Psicología en Sevilla y Online